Tenemos que aprender a tomar al otro como es, en vez de forzarlo a ser a imagen y semejanza de nuestra ensoñación. (Es un gravísimo error, a la vista de cómo nos ha ido, habiendo dejado que Dios que nos haga a su imagen y semejanza).Las consecuencias de dejar en manos del otro la construcción de su ideal de pareja nos está destrozando a todos, y si no, miren la legión de mujeres construidas en los quirófanos por hombres a imagen y semejanza de sus pajas mentales. Y la cantidad de hombres milímetro-sexuales que las mujeres después de depilares las cejas, enseñarles a maquillarse y ponerse contorno de ojos ahora se quejan de que las quieren solo para abusar de sus cosméticos.
Con tipos así, ellas a no tendrán que preocuparse de que puedan tener un hombre en casa; tendrán un histérico que cuando vea un martillo, dará un gritito y dirá ¡Por Diós qué es eso!