Ser un buen padre. El gran reto

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Mi teoría es que la humanidad no va a progresar hasta que el hombre no se plantee el más grande y necesario de todos los retos: SER UN BUEN PADRE.

               Ser un buen padre.

Desde aquel “pequeño paso para el hombre, pero un gran paso
para la humanidad” pronunciado desde la luna por un astronauta
hace casi 50 años, y que planteó un hito en la historia de los retos
humanos hasta el presente, todavía estamos esperando que se haga
realidad la segunda parte de aquella sentencia, pues se ve claramente
que seguimos teniendo demasiados problemas de todo tipo, y eso
que ahora hay mucho más astronautas.

 Por lo que queda demostrado que la humanidad no 
               necesita astronautas sino buenos padres.

Ser un buen padre incluye un conjunto de cosas cuyo
objetivo principal es que tu hijo, además de sano y feliz, no sea malo
ni imbécil; las dos cosas que más perjudican la felicidad en la tierra.

Ser un buen padre puede costar mucho, pero no es nada
comparado con el costo social de tener un/a hijo/a imbécil. Un/a imbécil,
es por lo general insolente, demandante, obtuso/a, abusador/a, mezquino/a, maleducado y conflictivo/a.

En la guardería, los imbéciles les pegan a todos sus compañeritos/as. En las escuelas el profesorado gasta la mayoría de su energía en pedirles que se callen. En el instituto, los profesores que no están de baja por depresión están bajo tratamiento psiquiátrico para sacar adelante un plan de estudios hecho, aparentemente por imbéciles, ya que es inaplicable a los alumnos normales que ven mermadas sus posibilidades de ser mejores estudiantes debido al tiempo de atención que demandan los imbéciles.
En la universidad el imbécil pueden acabar la carrera gracias a que sus familias lo obligan bajo graves amenazas. Luego, muchos de ellos se dedican a la política y obtienen muchos votos, fundamentalmente por que saben lo que tienen que decirle a los imbéciles que votan, pero no piensan. Mientras tanto los listos se llevan toda la pasta y nos amargan la vida a los ciudadanos que quisiéramos vivir en un mundo más justo pero no podemos porque está lleno de imbéciles.

Si tu hijo/a fuese justo/a y noble, y el día de mañana se dedicara a
la política, no se podría corromper. Si se dedicara a la educación
podría trasmitir conocimientos porque el alumnado iría a los
colegios educados y con afán de aprender.

¿Te das cuenta de lo importante que es para el mundo la
educación de tu hijo/a?

Créeme, si eres un hombre a quién le gustan los grandes retos, déjame proponerte el más difícil de todos: Amar, cuidar y educar con sensibilidad a alguien que no te dejará dormir el resto de tu vida, no te hará caso la mayor parte del tiempo, y pensará que eres un estorbo para su felicidad.

                           ¡ÉSO ES UN RETO!

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