En principio habría que decir que la mujer se ha visto forzada a reunir todas las perfecciones posibles en un estado imaginario que puede hacer llevadera cualquier existencia dura. Es lógico que ellas se hayan ejercitado en imaginar un mundo mejor, de otra manera hubiesen muerto de tristeza a causa de todas las penurias que han tenido que pasar hasta llegar a este absurdo de supuesta libertad. A los hombres, en cambio, se los ven bastantes conformes con el mundo que ellos han creado.
Así que por un lado las idealistas, y por otro los conformistas. Esto de entrada es un problema de incompatibilidad muy jodido de manejar, porque las primeras están siempre por encima de la realidad y los segundos, por debajo de la ilusión.