Para saber por qué las parejas se separan, habría que saber, primero, por qué se casan. Yo he creído oportuno clasificar los motivos del matrimonio en cinco; por interés, por inercia, por atracción sexual, por accidente y por amor.

                                              MATRIMONIO POR INTERÉS.
En este grupo están aquellos que mejoran su calidad de vida uniéndose a otro. Es la unión más duradera. Apenas tiene los conflictos de una junta de accionistas. La tolerancia y las buenas maneras son los pilares de estas uniones. El riesgo de ruptura es prácticamente nulo si el capital es estable. Ninguno de los cónyuges permitirá que ninguna pasión estropee la tranquilidad que proporciona la estabilidad financiera. De vez en cuando, los protagonistas masculinos de estos matrimonios, tienen algún desliz sexual cuya finalidad es constatar que el sexo es lo más divertido que el dinero puede comprar.

                                              MATRIMONIO POR INERCIA.
Aunque nadie lo piense, o lo diga abiertamente, la mayor parte de las personas se casan por inercia. En este grupo lo que más hay son malos entendidos. El sexo suele ser compulsivo y el amor algo de lo que se habla mucho. El riesgo de ruptura es alto porque lo que suele aclarar los malos entendidos que originaron la relación, son siempre unos fiascos tremendos

                                 MATRIMONIO POR ATRACCIÓN SEXUAL.
Suele darse entre personas jóvenes que comen y beben apasionadamente. El riesgo de ruptura, más que alto, es rápido. Después del atracón de todas las posturas inimaginables a todas horas del día suele venir un ramadán sexual y posteriormente una huida.

                                         MATRIMONIO POR ACCIDENTE:
De la misma manera que hay gente muy calculadora, hay gente que calcula muy mal. No mide bien, ni las distancias, ni los tiempos, ni las consecuencias. Son personas impulsivas, despistadas, y, tan crédulas que cuesta creerlo. En general suelen estar llenas de ilusiones y pisan con bastante frecuencia la caca de los perros por las aceras. Este grupo, junto con el “matrimonio por inercia”, forma la mayoría de los matrimonios en el mundo. Todos ellos acaban cuando desaparece el espejismo del oasis que los unió y aparece un desierto de hastío y malhumor.

                                              MATRIMONIO POR AMOR.
Son uniones, al principio, absorbentes y angustiantes. Se da entre personas apasionadas, con cierta tendencia a la exageración. Si se sobreviviera a los tormentos se vuelven maravillosas, y cuando se acaban (casi siempre todo se acaba) serán inolvidables. Solo  se da entre personas con un grado de sensibilidad muy alto, y algunos instintos muy bajos. Merecen siempre la pena porque es la única oportunidad que nos da la vida de sentirnos sublimes junto a alguien. Si estas relaciones superan «la apisonadora realidad»ayudan a explorar todos nuestros sentimientos en toda su profundidad. Cuando estas relaciones se acaban, aunque por fuera tengamos el aspecto que un gato sarnoso mojado, por dentro pareceremos alguien triste y bueno que pega con esmero un jarrón  roto el miles de trocitos.