Si tus hijos no piensan dedicarse a la política o la banca, valores
como la nobleza, la honradez, la generosidad y el respeto por el
medioambiente serán vitales para su vida.

Comparte estos valores con tu pareja incluso después de divorciados. Ambos deben enseñar
con ejemplos de conducta lo que ellos necesitan aprender para
crecer. Ayúdalos a aprender de sus errores, pero sobre todo de los
tuyos, que habrás cometidos muchos más. Si han hecho algo mal
debes ayudarles a ver la razón y hablarles acerca de cómo evitar ese
comportamiento en el futuro, en lugar de arrancarles las uñas con
unos alicates.

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