Una maldición

Share

Los hombres somos infieles por naturaleza. Ocasionales, compulsivos, elegantes, vulgares, inteligentes, gilipollas, responsables o desaprensivos. Hasta que se popularice el poliamor, todos deberíamos sobrellevar ese estigma, como lo que es: una felonía que se parece demasiado a una maldición.

Share