La empatía no es un arte adivinatorio, pero requiere de una sensibilidad y una capacidad de observación tan excepcionales que casi lo parece. Es muy difícil imaginar o sentir una realidad ajena, y lo es aún más para esas personas que cuando pones una bandeja con dulces se sirven los primeros, y no tienen ningún pudor en comerse el último.Los hombres tienen una dificultad endocrina para ponerse en el lugar de alguien; debido a su conducta antisocial y agresiva que es incompatible con la empatía. Las mujeres en cambio, desde el mismo instante que pueden llevar vida dentro de ellas, están preparadas para ponerse en lugar de otro, y a veces incluso; quedarse a vivir en ahí, renunciado a todo.